Hola, soy Virginia.
En 2015, la RAE incorporó la palabra «videógrafo» en reconocimiento a aquellas personas especializadas en realizar vídeos, con lo que dejamos de ser «el/la del vídeo», aunque reconozco que mucha gente me sigue llamando así cuando llego a un evento y que tampoco me molesta.
Desde bien niña he sentido una gran curiosidad por todo lo audiovisual. Con la cámara de mis padres y el VHS realizaba pequeños cortos, telediarios, anuncios y todo tipo de producciones a las que incorporaba «efectos especiales» y de sonido. Todo ello, eso sí, de la manera más analógica e ingeniosa (a la par que cutre) que os podáis imaginar.
Fue en el instituto cuando realicé mi primer curso de fotografía y me empezó a picar el gusanillo por la formación más allá de lo autodidacta que había sido hasta el momento. Más adelante realicé varios cursos de grabación, edición y producción de vídeo, empezando así a realizar trabajos de manera profesional.
De padre ibicenco y madre alemana, he vivido en una familia en la que se hablaba ibicenco, alemán e inglés, así que en tema idiomas no me quejo, a estos cuatro añadí en el colegio el francés. De familia numerosa (tengo dos hermanas) he repetido patrón y soy madre de familia numerosa con tres hijas. Soy una persona sociable y apasionada de los viajes. Es curioso como mido muchos momentos de mi vida cotidiana en cómo se verían en vídeo, lo hago sin darme cuenta, y me encuentro de repente pensando en con qué encuadre se vería bonito lo que estoy viendo…
Me considero una persona empática, me encanta sentirme parte de los eventos y momentos en los que participo, y en numerosas ocasiones he tenido que contener las lágrimas tras la cámara ante los tantos discursos tan emotivos que he tenido la oportunidad de presenciar. Y esa es mi máxima cuando trabajo, conseguir que todas esas emociones queden plasmadas en el vídeo que os entrego y las podáis revivir tal y como las sentisteis en su día.
En lo profesional
Intento pasar desapercibida, pero presente en todo lo que se vaya aconteciendo durante el evento en cuestión, habitualmente bodas. Os acompaño durante todo el día, desde los preparativos hasta que ya se ha iniciado la fiesta, momento en que me despido y seguís disfrutando «sin testigos».
En cuanto a vídeos Lifestyle, cuando llego a casa de la familia, el primer contacto con los niños no es directamente con la cámara. Lo primero es una toma de contacto con los peques de la casa, intentar sacarles alguna sonrisa y que me tomen un poco de confianza. Al principio les intimida un poco la cámara, pero hay veces incluso que terminan por no querer que deje de grabarles.
Espero que con esto me podáis conocer un poco mejor. ¡Estaré encantada de conocernos en persona!